Las cosas que ha hecho Pollito en casa son de película, según mamá. Él tiene una tarjeta de presentación escrita a mano que reparte a todo el mundo y dice así: “Empresa Relámpago. Un mago en cualquier oficio: carpintería, pintura, electricidad y plomería son mi especialidad”.
Recuerdo que papá lo llamó un sábado para que pintara el frente de casa y vino después de cien llamadas telefónicas.
– Lo barato sale caro -sentenció mamá mientras fruncía el seño.
A ella el sólo hecho de escuchar el nombre Pollito le provoca dolor de estómago o de cabeza, por eso lo llama “El Temible”.
Esa vez vino para cambiarle la cara a la casa ¡y se la cambió en serio! A mí me encantó verlo pintar. Se trepaba a su escalera con el tarrito de pintura en una mano y en la otra el pincel. Bajaba y subía corriendo con un solo pie apoyado en el escalón y el otro en la pared. Así, con las piernas abiertas como el mejor bailarín clásico, corría desde el techo hasta el piso manteniendo la escalera en equilibrio sin apoyarla en ningún lado. Cuando terminó la primera franja, como la cosa más natural del mundo, movió la escalera sin bajarse, y otra vez subía y bajaba desde el techo hasta el piso. ¡Era increíble, parecía que tenía goma de pegar en las suelas de los zapatos! En menos de media hora terminó todo el frente, con algunos errores - perdonables según papá- como pintar la vereda, la cola de mi perro y varias ramas del árbol que parecía florecido con rosas rojas, ¡sí rojas!, porque mamá quería un color durazno rosado, pero quedó un poco más fuerte.
– Mejor señora -dijo Pollito al ver la cara de mamá- cuanto más oscuro se ensucia menos.
– ¿Y esas marcas en la pared? -gritó mamá.
–Ah…son mis zapatos, en algún lugar me tengo que apoyar, ¿verdad señora? Soy relámpago, pero todavía no vuelo.
Lo último sólo yo se lo escuché, mamá se desmayó. Después de ese día pasó mucho tiempo sin que volviera a ver a Pollito porque a mamá le agarró un ataque de nervios y todos los sábados gritaba “no quiero ver al Temible cerca de esta casa”.
Pero a mamá se le pasan los enojos y cuando eso sucede mi papá vuelve a hacer todo a su antojo, así fue que llamó a la “Empresa Relámpago” por una pequeña pérdida de agua que había en la ducha de casa.
Pollito se encerró en el baño durante varias horas. Mamá se puso nerviosa y decidió salir de compras y con ella fuimos todos, hasta el perro se fue a dar vueltas a la manzana para proteger su cola.
Cuando regresamos Pollito ya se había ido. Mamá tenía miedo de abrir la puerta del baño pero no fue tan tremendo con lo que se encontró, solamente las herramientas desparramadas por todo el piso (porque casi siempre se las olvida y después de dos o tres semanas pasa a buscarlas) y un montón de manos dibujadas en todos los azulejos y en el espejo. Le llevó muchas horas a mamá limpiar el baño, pero estaba contenta porque el problema del caño se había solucionado.
Antes de acostarnos fue a lavarle la cola a mi hermanito que tiene un año y pocas palabras. Mamá lo sentó en el bidet, abrió la llave de agua y salió un chorro largo que llegó hasta el techo y aunque intentó cerrar no pudo, cuanto más fuerza hacía más lluvia salía. Lo llamó a papá que, dándose aires de plomero, agarró una pinza para cerrar la canilla pero se quedó con la llave en la mano. Papá decidió llamar a Pollito y lo atendió el contestador:
–Empresa Relámpago, atiende día y noche, no se aceptan reproches.
Como mamá estaba tan furiosa y roja como el frente de casa, papá quiso tapar la salida de agua poniendo un par de medias y después otro, al final puso una docena de medias y otro tanto de calzoncillos mientras repetía:
– Pollito, Pollito, si te agarro te destripo.
El problema fue que me dieron ganas de hacer pis y en el baño llovía como nunca había llovido afuera. Mamá me dijo que me pusiera el piloto, las botas y abriera el paraguas. Lo mismo hicieron ella y papá, así fuimos pasando de a uno al inodoro. Cuando el agua llegó casi a medio metro y recorría la cocina y los dormitorios, papá decidió que había que hacer algo; entonces tomamos los baldes, la pelela de mi hermanito, el tarro del perro y el baldecito de la playa y nos pusimos a juntar el agua que fuimos tirando por la ventana que da al patio.
Cuando la situación estaba casi controlada mamá se fue a lavar la cara en la canilla de la cocina, pero no salía ni una gota de agua, aunque del florero que estaba en el centro de la mesa brotaba un precioso chorro como el de la fuente de la plaza.
Mamá, con los brazos al costado del cuerpo y la cabeza tirada para atrás, se sentó a descansar y cuando ella se pone así sabemos que mejor es quedarse callados.
Ya amanecía cuando papá había hecho un bollo con todos los juegos de sábanas, las frazadas y las cortinas para que del bidet no saliera más agua, pero tapó el inodoro.
Todos nos sentamos de la misma manera que mamá y fue en ese momento que se empezó a mover la casa, primero un movimiento leve, muy suave, como cuando acunamos a mi hermanito; después un poco más fuerte como si fuera un terremoto. Nos miramos, entre asustados y sorprendidos.
– ¿Y ahora qué está pasando? -preguntó mamá.
Papá no le respondió pero fue hasta la ventana y puso una cara que daba miedo. Corrimos a mirar y vimos que ¡el patio era un gran río y nuestra casa flotaba sobre él! Lejos…lejos se veían las casas de nuestros vecinos y me pareció que alguien en la orilla, subido a una escalera muy alta, nos saludaba. No le quise decir a mamá, pero estoy segura que era Pollito, El Temible.
Gracias a él ahora vivimos en un hermoso barco rojo. Agua no nos falta.
Hola me gustó tu cuento, y tuve la suerte de ilustrarlo y adaptarlo para la Catedra de Lenguaje Visual 3 de la Facultad de Bellas Artes de la Plata. Me enamoré de los personajes, y creo que de otra forma no me ubieran quedado tan bien asi que Gracias. Saludos y suerte
ResponderEliminarHOLA RASTAMAN!
ResponderEliminar¡GRACIAS POR TUS PALABRAS! ¡ES BELLÍSIMO ESO DE QUE TE "ENAMORASTE DE LOS PERSONAJES"! EL SÁBADO FUI A LA FERIA Y VI ALGUNOS DE LOS LIBROS FANTÁSTICOS QUE HICIERON EN LA CÁTEDRA. ME ENCANTARÍA VER QUÉ ROSTROS, QUÉ COLORES LE DISTE A LOS PERSONAJES! Y SI QUERÉS AGREGAMOS UNO DE LOS DIBUJOS EN EL BLOG.PODÉS ESCRIBIRME A MI CORREO.
¡QUE DE LA CREACIÓN SURJA OTRA CREACIÓN... Y ASÍ HASTA EL INFINITO!
¡GRACIAS! ¡UN ABRAZO!
TIHADA