Querid@s amig@s, comenzando el 2013 en el blog, los saludo con estas palabras que hoy llegan a mí y vuelan hacia ustedes
Cuando simplificamos el Milagro y lo
entendemos como algo cotidiano, puede ocurrir que dejemos de llamar
locos a los que ven ángeles bailando entre las hojas o materializan
deseos mirando a la Luna o hablando con las aves.
También puede
ocurrir que nos parezca tan natural, que dejemos de decir oh, y lo demos
por hecho. Ese día es muy probable que nos suelte la mano, el Milagro
digo, y después andemos preguntando a la Razón qué sucedió, pero la
respuesta está en otra parte.
(Para mi libro en plena elaboración constante: "El Milagro Vivo")
¡Y por un año de plena manifestación constante!