Mi madre, la madre de ella y tu madre
mientras revuelven la sopa
o secan los platos
cuentan -como al pasar- historias que marcan a fuego.
Así ellas han preservado las vivencias de las mujeres.
Son conocedoras de la intuición y del arte de transmitirla.
En estos cuentos las dejo hablar...
¡Extraordinarios los tres cuentos!Ya los había leido anteriormente, pero no me canso de volverlo a hacer...¡hay tanto encerrado en ellos!
ResponderEliminarUn abrazo querida amiga
Gracias por ellos, no los conocía, saludos y buen fin de semana.
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