Sara sigue contando historias. Sara y la palabra como espada para deshacerse de Angustias.
Angustias a veces se revuelca en su ira, otras veces -más astuta- logra mantenerse de pie, nunca vencida por completo, apenas desestabilizada.
En cambio Sara siente agotamiento, no quiere repetir historias que ya contó y crear nuevas se hace difícil, cuanto más relata más desesperanzada se encuentra, no está segura que sea la batalla adecuada para derrotar a la invasora silenciosa y punzante que ocupa sin permiso los territorios de la garganta, de los hombros o el hígado.
De todas formas Sara prueba por última vez. Se pinta los ojos, le gusta como se ve su rostro. Angustias cierra los párpados, odia el color.
En el parque un hombre expone al sol sus primeras canas, un indicio que le sugiere a Sara que ahí hay alguien dispuesto a escuchar. Se acerca. Tantas veces ha hecho la pregunta que ya no le da pudor.
– ¿Quiere que le cuente una historia?
– Sí, soy Escuchador de Historias -y saca un diploma que así lo certifica.
– Ah -dice aliviada Sara- será un placer contar una historia a un experimentado en escucharlas.
– Lo único que le pido es que me cuente una que nadie me haya narrado, a punto de jubilarme estoy cansado de escuchar historias repetidas.
– Lo entiendo, trataré de complacerlo.
Angustias, ciega por la sombra de colores, ahora teme quedar sorda ante un especialista en escuchar. Sara se esfuerza por contar la mejor de las historias.
JUEGO CON PARES SUELTOS
Jazmín se llama la niña de esta historia porque le gusta andar por los jardines y de tanto transitarlos huele a flores.
Jazmín se detuvo aquella tarde en una amplia casa que estaba precisamente en el centro de un florido jardín. En el alféizar de uno de los ventanales encontró una chinela y la guardó en su bolsa, donde recogía lo que otros abandonaban pues encontraba parecidos esos objetos a su condición de orfandad.
Dentro de la casa una mujer tocaba el piano. Al ver la actitud de Jazmín se acercó a la ventana:
– ¿Qué hacés?
– Me llevo la chinela que han tirado.
Jazmín la metió en una bolsa. La mujer le preguntó:
– ¿Qué llevás?
– Calzado – y mostró una zapatilla y una sandalia.
– ¡Pero de ninguno tenés el par! ¡Tres calzados y no te sirven para caminar!
– ¿Por qué no puedo caminar?
– Porque te falta el par.
– Caminar se puede.
– Es incómodo.
– Se puede.
– No es estético.
– Se puede –dijo tozudamente la niña.
– ¡Tres calzados sin sus pares no te sirven para caminar! –gritó tozudamente la mujer.
– Sirven para caminar y para jugar –replicó la niña.
– ¿Para jugar?
– Sí -dijo feliz Jazmín- puedo mostrarle una mujer mitad alta y mitad baja que camina así.
De esta manera Jazmín le representó a la señora cómo era ser alta-baja al mismo tiempo y caminaba así y así; después le mostró cómo la riqueza-pobreza podían habitar en una persona, calzándose la zapatilla en un pie y la chinela en el otro, y caminaba así y así…;y ser deportista-señora de fiesta, entonces esta parte del cuerpo se mueve así y así y esta otra así y así…y tener una mitad del cuerpo en verano con la sandalia y la otra mitad en la nieve con la zapatilla y moverse así ¡ay que frío! o así ¡uf, qué calorcito!
La señora miraba asombrada lo que Jazmín era capaz de hacer sin necesitar el par para caminar y cuánta inventiva surgía precisamente de la falta. Los movimientos graciosos de la niña la motivaron a tal punto que ella también se movía así con este costado y así con este otro, y daba pasos de gigante así, largos y contundentes con este pie y pasos de bebé así, cortitos e inestables con este otro… ¡puro encanto!
¡Encanto, encanto! gritaba Sara sin darse cuenta que ella misma se había dejado llevar por el juego y se movía así, asá, asó, asú, asé, y reía y zarandeaba el cuerpo sin parar, una danza donde tenían lugar muchos personajes. Bello era su cuerpo, tan bello como nunca hasta entonces lo había percibido.
Y mientras Sara jugaba y gozaba con cada movimiento, Angustias se hundía en la más desesperante felicidad.
TIHADA
Cuento para Ahuyentar a Angustias (primer cuento)
http://cuentosdetihada.blogspot.com/2010/03/cuento-para-ahuyentar-angustias-primer.html#comments
Cuento para Ahuyentar a Angustias (segundo cuento)
http://cuentosdetihada.blogspot.com/2010/03/cuento-para-ahuyentar-angustias-segundo.html#comments
Bravo Sara!!
ResponderEliminarAhora sí me puedo ir a dormir tranquila!!
Gracias por esta historia, sabés que la esperaba con ansiedad,de la misma forma que esperaba a la noche ese cuento sanador que me inventaba mi viejo para hacerme olvidar de los terribles dolores de muelas que sufría de niña.
Buenas noches!
BESITOS
gracias tihada por contarnos esta historia bonita para ahuyentar las angustias,ojala siempre encontremos nosotros mismos una historia para contarnos en los momentos tristes.
ResponderEliminarte dejo un fuerte abrazo y nuevamente muchas gracias amiga por pasarme la brujita de la suerte.
que tengas un dia lleno de alegrias amiga!!!!!!!!
Creo que los dos relatos son fantásticos, es mas pienso, que a mi me deberías dar un diploma que certifique, “LECTORA FANÁTICA DE LOS CUENTOS DE TIHADA” Me encantan, me fascinan, admiro con afecto y respeto tu capacidad creativa!
ResponderEliminarSeguro muchos certificados tendrás que hacer!
Un Besito Marino
Que cosa necesaria.
ResponderEliminarCreo que me lo voy a copiar!!!
Saludos
Hola, paso a saludar!
ResponderEliminarPaula
Hola SANDRA!
ResponderEliminarGracias amiga por comparar mis cuentos con aquel emotivo recuerdo de tu papá.
Un fuerte abrazo!!!
Pd: vos, con tu compañía y afecto, hacés que olvide a Angustias.
Hola! Pasaba para ver si se había solucionado el problema con la publicación de los comentarios.
ResponderEliminarBESITOS!
Que bella niña es Sara!...y que trabajo tiene, pero admiro su capacidad de asombro y el poder que tiene de confrontar a Angustias.
ResponderEliminarHermosísimo, me llevo un jazmín perfumado, que sólo la fragancia de tus cuentos pueden brindar!!
Abrazos!
MIL GRACIAS, POR ESTA HISTORIA...BELLA, PROFUNDA Y QUE DE TU MANO, ME INVITA A ESPANTAR A ANGUSTIAS UNA Y OTRA VEZ, CON UN RAMITO DE JAZMINES Y VIOLETAS .
ResponderEliminarGRACIAS POR TODAS LAS GRACIAS , CON QUE ME PREMIAS.
Que buen cuento Thiada me gustó mucho, me parece nomás que a Angustias la tenés entre las cuerdas y no se puede escapar..ja..bien hecho!!
ResponderEliminarSaluditos
Migue
Cuanta sabiduria encierra este cuento!!
ResponderEliminarMe ha llegado al corazón...preciosisimo.
Gracias querida Tihada...ha sido el regalo de esta mañana.Besossssss
Me encanta!!!!. Es precioso!!!!.
ResponderEliminarComo dice Dayana, cuanta sabiduría encierra!!.
Me quedo con aprender a escuchar y con la belleza y la alegría de Sara.
Un abrazo inmenso.
Amiga, Sara nos ha demostrado que es toda una guerrera, tomaré su receta para los momentos más difíciles, ¿te das cuenta lo que provocas con tus cuentos?,todos quedamos hechizados...
ResponderEliminarbesitos y te mando un rayo de sol del verano mexicano.
:)
cuentitos que ayudan!!!!un beso thiadita
ResponderEliminarHola Tihada, vengo a traerte un regalito que espero te agrade, con todo mi corazón, puedes recogero en mi blog:
ResponderEliminarhttp://lostesorosdemisblogs.blogspot.com
Un abrazo grandote.
Hola Tihada, perdona, no te di las gracias en su momento, ya te las he dado en la entrada del 15 de mayo pero por si acaso te las doy otra vez, gracias por acordarte de mi. Un abrazo grande.
ResponderEliminarSon preciosos Tienes una manera especial de conjugar las palabras que hace que tus relatos sepan a esperanza.
ResponderEliminarBesos.