viernes, 2 de octubre de 2009

LOS TIEMPOS DE LA ABUELA

Me encanta ir a visitar a mi abuela. En su casa no me aburro nunca, ni me acuerdo de la tele porque con ella siempre hay algo para hacer. A mí me gusta ir cuando el día está nublado, preparándose para llover, porque sé lo que va a pasar: la abu se pone el delantal, saca el hule floreado que cubre la mesa y desparrama el paquete de harina sobre la madera. Entonces dice lo que estoy esperando desde que llegué:
– Vamos a preparar masa.
– ¡Sí, qué bueno! -salto de alegría.
Yo también me pongo un delantal hecho especialmente para mí, aunque de poco sirve porque termino con harina hasta en los dedos de los pies.
La abuela prepara enseguida la masa con harina, agua y una cosa que se llama levadura. Todas las veces le pregunto para qué sirve y ella me explica:
­– Para que la masa se ponga gorda.
A mí me dan risas las respuestas de la abuela.
– ¡Las masas no se ponen gordas ni flacas porque no son personas, ni gatos, ni ratones! -le explico.
Y a ella le da risa lo que le digo, no sé porqué.
La abuela tiene un repasador grande con el que tapa los bollitos de masa que entre las dos hemos hecho. Dejamos todo así nomás en la mesa y nos vamos a hacer mandados para que me entretenga y no mire debajo del repasador lo que está sucediendo. P
regunto muchas veces:
_ ¿Y cuándo lo destapamos?
– Es hora de ir a ver la masa -dice por fin la abuela.
Salgo corriendo y tiro de la punta del repasador (me da un poco de miedo agarrarlo y que me deje la mano gorda); ¡y ahí están los bollitos inflados, parecen piñatas, y todo el borde de la mesa son flecos de masa que caen al piso! La abuela trae palanganas donde junta esa masa que se mueve como las Cataratas del Iguazú. Las vi en una foto que en la escuela la maestra mostró. Ese día grité:
– ¡Así es la masa de mi abuela!
A la señorita le dio mucha risa, no sé porqué.
Después que la abu llena muchas palanganas y pone masa en la mesada, la mesita ratona y en la mesa de luz; se sienta a esperar.
– ¿Y cuándo vienen? -empiezo a preguntar.
– Ya van a venir -me contesta y agarra un tejido o me invita a jugar a las cartas.

No quiero hacer nada de eso, pongo cara de enojo, sólo quiero que vengan. La abuela no hace caso a mi impaciencia y dice:
-¡El olorcito a buena masa atrae y llega a tiempo el que tiene que llegar!
Como siempre la abuela tiene razón.El primero en aparecer es don José, lo conocemos porque golpea las manos y grita:
– ¡Señora de la masa!
La abuela me da un bollito para que se lo entregue.
También viene Teresita a pedir bollitos para ella y todas sus hermanas, entonces la abuela le da una palangana repleta de masa.
Después llega una señora que viene desde lejos en una motoneta y dice:
–Ya sabía doña que acá algo bueno me esperaba.
La abuela llena sus manos y las mías de masa, ¡es tanta que la señora motociclista carga hasta en el casco! y se va al ruido del motor dejando gotitas de masa que los perros corren a lamer.
Antes de que oscurezca, la abuela deja bollitos en las ventanas, entre las flores y en la vereda. Le pregunto:
– ¿Para quién lo dejás abuela?
– Para el que llega -responde sonriendo.
Se hace de noche y me quedo dormida. Cuando despierto veo a la abuela repartiendo masa por acá, masa por allá. Así pasamos los días:dibujando, escuchando cómo nos hablan los grillos o leyendo cuentos; y entre una cosa y otra la abuela reparte.
No sé ni cuánto tiempo ha pasado desde que todo empezó, porque en la casa de mi abuela no hay almanaque ni reloj. Me explicó muchas veces cómo sabe qué día es y algo entiendo. Para ella no hay lunes, ni verano, ni año, ni mes.
– Hay un Tiempo de Dar y un Tiempo de Recibir. Un Tiempo Soñador y un Tiempo Razonador. Un Tiempo Acompañado y un Tiempo Solitario. Un Tiempo Resfriado y un Tiempo Acalorado -así lo explica la abuela.
No sé quién tendrá razón, si la abuela o mamá que mira el reloj a cada rato. Lo único que sé es que la abuela se ríe y juega más que mamá, tal vez porque conoce otros tiempos.




6 comentarios:

  1. ES CIERTO TIHADA,LOS MOMENTOS DE LAS ABUELAS SE HAN FORMADO, GRACIAS AL HADA QUE RUEDA Y RUEDA, EN LA CALECITA DEL TIEMPO.CERRANDO CIRCULOS Y UNIENDO TERNURAS ,TIEMPOS SIN PRISAS Y CON GUIÑOS EN EL ALMA.TAL VEZ ALLÍ, ES CUANDO TENEMOS LA OPORTUNIDAD, SIN VERGUENZAS, DE SACAR LA NIÑA QUE, AÚN,DUERME EN NUETRO CORAZÓN.

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  2. ¡A sacar la niña querida Cristi!
    Abrazo!

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  3. Thiada: ¡me encantò el cuento!¿serà porque me hizo acordar a las "bolas de fraile" que hacìa mi abuela?¡què rico!¡cuànta nostalgia!.Besos.Adriana

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  4. HOLA ADRIANA, ME ALEGRO QUE TE HAYA LLEVADO A RECORDAR EL TIEMPO COMPARTIDO CON TU ABUELA!
    Y GRACIAS ADRI POR LEER MIS CUENTOS!
    UN ABRAZO!!!

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  5. quë hermoso cuento !!..te descubrí gracias a SANDRA LUZ .CARIÑOS VIVIANA-MISPROYECTOS

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  6. HOLA VIVI! Gracias por pasar a leer!
    Sí, hicimos el vídeo juntas con Sandra Luz, pero te cuento que yo te sigo hace un tiempo, jeje, fijate la que dice Tihada.
    Bienvenida Vivi!
    Un abrazo!!!

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