miércoles, 9 de septiembre de 2009

SANGRE Y TIERRA

A los inmigrantes. A nuestras familias.

PERSONAJES:

Nieto - Abuelo - Alumnos - Mujer y dos hijos - Grupo de inmigrantes - Mujeres 1, 2, 3 y 4 - Mujer joven - Mujer mayor - Anciano -Obreros 1 y 2
Grupo de conservadores - Grupo de la U.C.R - Grupo de anarquistas -
Grupo de socialistas - Grupo de campesinos - Grupo de italianos - Grupo de españoles - Pareja con hijos


(En escena están el abuelo y su nieto)

Nieto – ¿Me contás abu la historia de tu papá?

Abuelo – ¿Y desde cuando tanto interés?

Nieto – La seño nos dijo que preguntáramos si teníamos inmigrantes en la
familia y yo le dije que tu papá nació en otro país.

Abuelo – Sí, es una larga historia, ¿querés que te la cuente?

Nieto – ¡Sí! ¡Y que se la cuentes a todos a mis compañeros del cole!

(Entran a escena un grupo de niños que rodean a abuelo)

Abuelo – En mil novecientos quince mi papá tenía unos doce años cuando
vino de Italia con su mamá y su hermana menor. La madre había quedado viuda. Ella era una campesina que trabajaba la tierra, pero la guerra en Europa hacía que escaseara el alimento, además tenía miedo que llamaran a su hijo para luchar, por eso tomó la decisión de venir a estas tierras.

(Desde la sala, entran una mujer y sus dos hijos. Cargan maletas)

Nieto – ¡Qué corajudos!

Alumno/a 1 – A mí no me gustaría tener que ir a vivir a otro país.

Abuelo – En esa época ellos no eran los únicos corajudos, ¡millones
de extranjeros llegaron a nuestro país!

Alumno/a 2 – ¡Tantos! ¿y por qué?

Abuelo – Las causas eran parecidas desde acá les prometían “hacerse la América”.

(Entran grupos de inmigrantes de diferentes nacionalidades con valijas, bolsas,
etc. Visten humildemente. Se ubican en un sector donde hay un cartel con la
inscripción: “Hotel de inmigrantes”)

Alumno/a 3 – ¿Y qué hacían cuando llegaban?

Abuelo – Pasaban unos cinco días en el hotel de los inmigrantes, en Bs. As. El
hotel todavía existe, pero funciona como museo. Allí dormían sobre catres, en el suelo, todos amontonados y debían conseguir rápidamente trabajo.

Alumno/a 4 – ¿Y su papá qué hizo?

Abuelo – Los primeros años se quedó en Bs. As. Se fueron a vivir con su mamá y su hermana a un conventillo.

Alumno /a 5 – ¿Y eso qué es?

Alumno /a 2 – ¿No sabés?, una casa grande con muchas habitaciones.

Alumno /a 6 – Sí, la seño nos contó que había un patio en común para todos.

Abuelo – Miren, más o menos vivían así ...

(Los inmigrantes del hotel se dividen en diferentes grupos, algunos con carteles
que dicen “nos vamos al litoral”; un grupo menor con carteles “nos vamos a la
Patagonia” y - los que quedan en escena - con un cartel que dice “nos
quedamos en Buenos Aires”. Este último grupo se ubica en un sector que
representa el patio de un conventillo donde tres mujeres cuelgan ropas.)

Mujer 1 – ¡Eh, usté, se ocupa toda la soga!.

Mujer 2 – ¡Qué metiche! Ahora sale co eso, dispués se le mete otra cosa, ¿por
qué no se ocupa de su vida?

Mujer 3 – (Burlona, a mujer 1) ¡E verdá lo que diche! Mire su vestido, ¿cuánto
hace que no lava?

Mujer 2 – (Se ríe) ¡Desde la última lluvia!

Mujer 1 – (Amenaza con el balde) ¡No se la permito! (la corre) ¡Me va a matar
del cuore!

Mujer 4 – (Barre el patio) ¡Eh, ustedes chiquilinas, tengan más respeto por las
canas. (Las corre con la escoba. Salen las cuatro de escena)

(Un grupo forma fila detrás de un cartel que dice “Baño”)

Mujer Joven – ¡Apúrese! (golpeando el cartel) ¡Tengo que ir a laburar!

Mujer Mayor – ¿Desde cuándo labura usté?

Anciano – ¿Por qué no me dejan pasar a mi primero?

Obrero 1 – (Lee el diario) Acá dice que se precisa un panadero, ¿vamos?

Obrero 2 – Yo no sé hacer eso, en mi país era pastor.

Obrero 1 – Acá va a tener que laburar de cualquier cosa.

(Se escucha una tarantela. Pasan al baño bailando al compás de la música. Se
retiran de escena)

Nieto – Como la vida en Buenos Aires les resultaba muy difícil, se fueron con
su mamá y su hermana al centro de la provincia, a trabajar en un campo donde estaban unos primos que habían venido antes.

Alumno/ a 6 – ¿Por qué era tan difícil la vida en la ciudad?

Abuelo – (Suspira) Pasaban muchas cosas. No era fácil conseguir trabajo, a
veces no les alcanzaba para pagar la pieza en el conventillo y para los que trabajaban en las fábricas la vida era muy dura. Así surgieron los sindicatos y algunos partidos que apoyaban a los trabajadores.

(Entran a escena, desde diferentes ángulos, grupos encabezados con carteles que los identifican)

Grupo Conservador – (Llevan un cartel “Conservadores”. Visten elegantemente) ¡Todo el poder debe estar en nuestras manos! (Aplausos)

Grupo U.C.R – ¡Basta de corrupción, pureza del sufragio y vigencia de la constitución! (Vivas y aplausos)

Grupo Anarquista – (Banderas negras y rojas) ¡Basta de patrones que exploten! ¡Basta de estado represor! ¡Que se levante el pueblo, único dueño del poder! (Vivas y aplausos)

Grupo Socialista – ¡Leyes en defensa de los obreros, jornadas de ocho horas, descanso semanal obligatorio! ¡A nacionalizarse los extranjeros y votar!

(Se retiran los grupos que representan a diferentes organizaciones políticas. Continúa la escena del abuelo y los chicos).

Nieto – Y cuando tu papá se fue a vivir al campo, ¿qué pasó?

Alumno /a 6 – ¡Ahí sí que lo habrán pasado bárbaro!

Abuelo – No tanto, había que trabajar la tierra de sol a sol y no se salvaba
nadie, ni las mujeres, ni los niños.

(Entran campesinos con espigas y herramientas. Trabajan al compás de la música. Al comienzo sus movimientos son enérgicos, luego muy lentos hasta quedar acostados, dormidos en el piso. Quedan unos segundos inmóviles. Se retiran lentamente)

Nieto – ¿Y cómo se conocieron tus padres?

Abuelo – En esos trabajos que papá hacía en el campo conoció a una
española muy linda que ordeñaba las vacas.

Alumno / a 3 – ¡Y se casaron!

Abuelo – No fue tan simple, porque la familia de mi padre quería que él se
casara con una italiana y la de mi madre que ella se casara con un español.

Alumno /a 2 – ¡Qué lío!

(Entra un grupo de italianos y uno de españoles, cada uno con sus trajes
típicos. Baila cada grupo una danza propia de su país, haciendo una especie
de competencia a través del baile. De a poco se van acercando unos a otros,
hacen una ronda intercalando un miembro de cada nacionalidad. Una joven española y un muchacho italiano quedan en el centro tomados de las manos. Se retiran bailando).

Abuelo – Finalmente, cuando ella fue mayor de edad, pudieron casarse.

Alumno /a 1 – ¡Y nació usted!

Abuelo – (Se ríe) No, todavía no. Yo soy el décimo de catorce hermanos.

Alumno /a 1 – ¡Cuántos!

Abuelo – Sí, formamos una gran familia.

(Entra una pareja con catorce hijos de distintas edades)

Nieto – Y vos abuelo, entonces, qué sos, ¿italiano o español?

Abuelo – (Sonríe) Tengo sangre italiana y española; como otros tienen sangre
rusa, vasca, portuguesa, francesa, india ... Muchos aromas, idiomas, creencias y colores crecieron en mi infancia, crecieron en esta tierra argentina, por eso soy ... (mira a los alumnos)

Alumnos – (A coro) ¡Argentino!




Otra vez se cierra el telón. Se volverá a abrir para recordar a los inmigrantes, para el día de la familia, hablar sobre la identidad, o... cuando vos tengas deseos de hacerla realidad.

TIHADA TE ENTREGA PARTE DE LA MAGIA, EL RESTO LO HACÉS VOS.

1 comentario:

  1. Tihada, un tema muy actual y bien llevado...La emigración e inmigración, la lucha del ser humano por la subsistencia y las mezclas de distintos países en una misma familia...La clase trabajadora se ve abocada a emprender la aventura y el riesgo, debido a sus necesidades materiales. De estas vivencias surgen alianzas humanas y experiencias, que los marcarán de por vida...Los alumnos pueden verlo con claridad en los distintos personajes, que se encargan de exponerlo y razonarlo...Muy bueno, amiga...Te dejo mi felicitación y mi abrazo grande por esta representación profunda y solidaria, que a todos nos toca en el corazón...También mis hijos han emigrado a Alemania y a Australia...Hoy, nuestro país y nuestra tierra es el mismo mundo.
    M.Jesús

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