jueves, 10 de septiembre de 2009

LA MISERIA ( Adaptación libre del cuento folclórico)

DEDICO ESPECIALMENTE ESTE TEXTO A LOS TRES GRUPOS CON LOS QUE LLEVAMOS A ESCENA LA OBRA.
EN 1996 EN 7mo CON CHICOS DE 12 Y 13 AÑOS. EN EL 2001 Y EN EL 2006 CON ALUMNOS DE 5T0 DE 10 Y 11 AÑOS.¡GRACIAS POR LA HERMOSA EXPERIENCIA COMPARTIDA!
SI VOS SOS UNO DE AQUELLOS CHICOS ME ENCANTARÍA QUE ESCRIBAS CONTANDO QUÉ RECUERDOS TENÉS DE ESA EXPERIENCIA TEATRAL.



PERSONAJES:Don Miseria-Mujer-Diablo-Relatores /as-Mendigo-Diablitos-San Pedro-Ángeles

(En un extremo del escenario dos sillas de paja, un brasero, un mate y una Pava. En el fondo la fachada de un rancho).

Don Miseria – ¡Qué vida esta!, uno se la pasa laburando y laburando, desde que sale el sol hasta que se entra, y después no alcanza ni para un buen puchero.

Mujer – Bueno no es para tanto, ya vendrán tiempos mejores. Dicen que no hay mal que dure cien años.

Don Miseria – (Suspira. Toma el mate que le alcanza su mujer) ¡Ni
cuerpo que lo aguante !

Mujer – Mejor por hoy deje de trabajar, está cansado y eso lo tiene mal.

Don Miseria – Sí mujer, tiene razón.

Mujer – Voy adentro a preparar la cena, no se tarde.

Don Miseria – Vaya nomás, yo ya voy. (Don Miseria queda solo y pensativo. En ese momento golpean las manos, se sorprende. Entra un hombre delgado, vestido de negro) Pase, pase hombre, como si estuviera en su casa. (Don Miseria se pone de pie para recibir al forastero)

Diablo – Buenas don Miseria, puede quedarse sentado si quiere, lo que vengo a proponerle no me llevará mucho tiempo... ( El diablo muestra su cola.Don Miseria se desploma en la silla al darse cuenta que está hablando con el mismo diablo) Veo que me ha reconocido, así que voy derecho al grano. Sé que usted vive miserablemente, que ya no tiene ni para darle de comer a sus hijos.

Don Miseria – La verdad no tengo ni donde caerme muerto.

Diablo – Por eso he venido a traerle la solución a su problema. Estas bolsas (le muestra tres bolsas que trae consigo) están llenas de monedas de oro. Vengo a entregárselas con una condición, pasado un año vendré a buscarlo, las bolsas a cambio de su alma, ¿qué le parece amigo, acepta?

Don Miseria – (Mirando fijamente las bolsas) ¿Usted quiere decir que si yo hago este trato con usted me voy derechito al mismo infierno?

Diablo – Así es mi amigo, ¿qué me dice? (impaciente).

Mujer – (Grita desde adentro) ¡Ya tiene el agua en la tina para bañarse, venga antes que se enfríe!

Don Miseria – (Mirando hacia la puerta) Sí...ya voy (se dirige al diablo)
Está bien, acepto y ahora váyase que no quiero que lo vea mi mujer.

Diablo – Está bien, como usted diga (le entrega las bolsas), pero no se olvide que dentro de un año lo vengo a buscar.

(El Diablo se retira. Don Miseria toma las bolsas y las envuelve con su poncho para que no las vea su esposa. Entra al rancho. Aparece en escena el relator).

Relator 1 – La vida de don Miseria cambió aparentemente para bien. Ya no tuvo que trabajar día y noche para conseguir el pan. Pero un día volvieron a llamar a la puerta y esto fue lo que pasó.

(Mientras el relator habla, ingresa al escenario un mendigo que camina
apoyándose en un bastón.)

Mendigo – (Golpea las manos, don Miseria sale del rancho). Buenos días buen hombre.

Don Miseria – Buenos días, ¿qué lo trae por aquí?

Mendigo – Le diré qué me pasa, hace unos días que estoy sin comer, hace mucho frío y no tengo ni una manta, ni un poncho para abrigarme, no sé si será mucho pedir, pero tal vez me pueda ayudar.

Relator 2 – Don Miseria que tenía muy buen corazón, sintió pena de aquel mendigo que parecía tan indefenso, le dio hospedaje y su mujer remendó sus ropas. Pasaron varios días y el mendigo decidió que era tiempo de marcharse.

Mendigo – Tengo que irme. Estoy muy agradecido por todo lo que ha hecho por mí. ¿Cómo puedo pagarle este gran favor?

Don Miseria – No, no es nada.

Mendigo – Igualmente, aunque usted diga que no es nada, le voy a conceder tres dones: el que se siente en esta silla no se levantará hasta que usted se lo ordene, el que entre en esta bolsa no saldrá sin que se lo ordene y el que suba a ese nogal no bajará mientras usted no lo ordene.

Relator 1 – Don Miseria no hizo mucho caso a las palabras de aquel mendigo, porque lo que él no sabía era que estaba con el mismo Tata Dios. El viejito se fue y los días siguieron su cauce normal. Pero, como todo lo bueno pasa pronto, llegó el día que se cumplió el plazo que el diablo le había dado a don Miseria.

(Don Miseria está trabajando. Llega el diablo acompañado de dos pequeños diablitos).

Diablo – Ha llegado el momento de partir Miseria, espero que esté listo.

Miseria – Por supuesto, los tratos son tratos... (se hace el que trabaja), pero antes de irme quiero terminar de hacer la herradura...si no es mucho pedir.

Diablo – ¡Qué viejo pedigüeño ha resultado ser usted! Está bien, pero un
momento nada más!

Miseria – Siéntese a descansar en esa silla mientras me espera.

(El Diablo se sienta en el lugar indicado por don Miseria. Los diablitos se
quedan parados a su lado).

Relator 2 – Don Miseria ha recordado los dones que le había dado su viejo amigo y ésta es la oportunidad para probar si dan o no resultado.

Diablo – Bueno, ya es hora de irse... (Se quiere parar pero no puede, hace toda la clase de movimientos y gestos) ¡Eh, ustedes, no se queden ahí parados y hagan algo, par de inútiles! (Le grita a los diablitos).

Diablitos – ¡Sí!¡Sí!(Los diablos tironean, pero nada. Don Miseria sonríe).

Diablo – ¡Ah!, ¡ya me imagino de dónde viene esto!, que has hecho viejo zorro, me he quedado como pegado.

Don Miseria – Y puede seguir tirando nomás, porque sólo podrá pararse de ahí con mi permiso.

Diablo – Así que con su permiso. (Está furioso. Los otros diablos se ríen). ¡Ustedes se callan! (resignado), está bien, qué otra cosa me va a pedir.

Don Miseria – Diez años más.

Diablo – De acuerdo.

Don Miseria – Puede levantarse. (El diablo se va muy enojado acompañado por los diablitos que hacen esfuerzos para no reírse. Don Miseria festeja su triunfo.)

Relator 3 – Don Miseria, con dinero y diez años más de vida, se sentía muyfeliz, en cambio en el infierno el horno no estaba para bollos.
Los días pasaron y de a poco se le fue la bronca al diablo, pero también la felicidad a don Miseria que sentía que se le acababa el plazo. Cuando se
cumplieron los años regresó el diablo, pero esta vez mejor acompañado.

(Entra el diablo con cinco diablitos más. Lo rodean a Don Miseria que está sentado en el mismo lugar y haciendo el mismo trabajo).

Diablo ­– ¡Esta vez sí que se le acabó el tiempo!, ¡ya mismo se para de esa silla y se viene con nosotros!(En ese momento uno de los diablos se va a sentar) ¡Cuidado!, ni se te ocurra sentarte en esa silla que después no te podés parar. Bueno, vamos, qué espera (dirigiéndose a don Miseria)

Don Miseria – Como usted diga don, pero antes quería terminar este trabajo, ¿por qué no comen unas nueces mientras me esperan?

Diablo – ¡Yo no pienso moverme de acá y no quiero comer nada!

Don Miseria – Pero miren que son ricas.

Diablo 1 – Mmmmm... (relamiéndose) me gustaría probar aunque sea una.

Diablo 2 – ¡A mí también, vamos! (El diablo intenta detenerlos pero ya todos están subidos en el nogal.)

Diablo 3 – ¡Qué rico! ¡Con lo qué me gustan las nueces!

Diablo 4 – ¿Por qué no viene usted también a probar?, ¡no sabe lo que se
pierde!

Diablo 3 – ¡Sí, venga, venga!

Diablo – Pero un rato nomás.

Todos los diablos – ¡Viva! ¡Viva!

(Todos aplauden. El diablo se sube al árbol)

Diablo 5 – Pruebe ésta, es muy rica.

Diablo – (Come) La verdad que sí. Junten algunas nueces y después nos vamos. (Intenta bajar, pero no puede) ¡Ayyy, no me puedo bajar!, ¡qué es esto, qué me está pasando!

Diablo 6 – ¡Yo tampoco puedo bajar!

Diablo 2 – ¡Ni yo!

Diablo 1 y 3 – ¡Yo tampoco!

Diablo – ¡Viejo ladino!, bájeme de acá o se va a arrepentir. ¡Se lo ordeno,
ahora mismo!

Don Miseria – (Se ríe.) No, si me lo pide así, a no ser que sea cruza de mono con diablo, se va a tener que acostumbrar a vivir en la alturas.

Diablo – ¿Las alturas?, ¿las alturas dijo? (temeroso)

Todos los diablos – ¡Las alturas! (tiemblan)

Diablo – Por favor (llorando) bájeme de aquí, le tengo miedo a las alturas (tiembla, los demás diablos lloran y gritan) no me haga esto, le prometo todo lo que usted quiera pero bájeme.

Don Miseria – Y bueno, si me lo pide así... Pero eso sí, me tiene que dar diez años más de vida.

Diablo – Sí, sí, lo que usted diga.

Don Miseria – Entonces puede bajar.

(Los diablos saltan del árbol y salen corriendo)

Relator 3 – Por segunda vez don Miseria venció al diablo, pero su rival no se iba a quedar de brazos cruzados. Pasó el tiempo y el tercer encuentro entre ellos se acercaba.

(Llega el diablo acompañado de un grupo numeroso de diablitos).

Diablos – ¡Oe oe oe somo los diablos
lo vamo a llevar
oe oe oe venga don miseria
no se haga rogar!

(Los diablos se ríen a carcajadas. El diablo mayor está serio).

Diablo – ¡Basta de diabluras que esto no es un juego! (Los diablitos se callan)

Don Miseria – Así que les gustan los versitos, a ver que tal andan con las
payadas.

Miseria – (Toma una guitarra)

Escuche lo que le hablo,
yo soy un viejo ladino
no le tengo miedo al diablo
aunque largue olor a zorrino.

Diablo – Déme esa guitarra.Escuche lo que le hablo...escuche lo que le hablo...

Diablo 7 – ¡Vamos que usted puede!

Diablo 8 – ¡No se achique!

Diablo - Chist, no me puedo concentrar. Escuche lo que le hablo...

Miseria – (Le saca la guitarra al diablo)

Miseria por nombre llevo
herrero de profesión,
a todo bicho me atrevo
tigre, diablo o lobisón.

Diablo – Está bien, me rindo.

Miseria – Así me gusta, que sepa reconocer sus limitaciones. Yo creo que a usted le gano hasta en una carrera de embolsados.

Diablo – (Se ríe) ¡Qué iluso!, usted no puede conmigo.

Miseria – ¿Quiere probar?

Diablo – Que si quiero ¡por supuesto! ¿Dónde están las bolsas?

Miseria – Acá, tome una. Corremos desde este lugar hasta la puerta del
rancho, ¿qué le parece?

Diablo – De acuerdo. (Los otros diablos apoyan al diablo mayor)

Diablo 1 – ¡Preparados, listos, ya!

(El diablo y don Miseria corren. Este último se cae y el diablo gana. Todos festejan. Don Miseria se ríe. Cuando el diablo quiere salir de la bolsa, no
puede.)

Diablo – ¿Qué pasa que no puedo salir?, es como si tuviera los pies pegados. ¿Por qué no me ayudan en lugar de quedarse ahí parados? (Los demás diablos intentan sacarlo, pero no pueden.)

Miseria – No pierdan más tiempo, yo sé lo que les digo. Sin mi permiso no podrá salir.

Diablo – Ya me cansó Miseria, si me deja salir de acá le perdono la vida.

Miseria – Siendo así, puede irse nomás. (Los diablos salen corriendo)

Diablo 8 – ¡Por acá no venimos más!

Diablo 9 – Vamos antes que nos haga algo.

Relator 3 – Pasaron los años y Miseria estaba muy cansado. Un día murió y fue al cielo. San Pedro y tres ángeles salieron a recibirlo.

San Pedro – Me parece que te veo cara conocida.

Ángel 1 – Él es Don Miseria.

Ángel 2 – ¡El que le ganó al diablo!

Ángel 3 – ¡El que le vendió el alma al diablo!

San Pedro – ¡Ah!, sí, ya recuerdo. Entonces no, no te puedo dejar pasar.

Relator 4 – Entonces, como no le quedaba otra opción, don Miseria decidió ir al infierno, pero allí tampoco tuvo suerte. Cuando los diablos lo reconocieron se acordaron de todas las cosas que les había hecho don Miseria. Empezaron a gritar y cerraron la puerta del infierno. Sin saber qué hacer, don Miseria regresó al mundo y acá se quedó. Es por eso que la miseria no se termina nunca.

(Versión libre del cuento folclórico que se conoce con diferentes nombres “El herrero y el diablo” o “La Miseria”, son algunas de los títulos)


TIHADA TE ENTREGA PARTE DE LA MAGIA, EL RESTO LO HACÉS VOS.


5 comentarios:

  1. PRECIOSO,TIHADA,PRECIOSO...!
    Mi felicitación y mi abrazo amiga.
    QUÉ BUENA EXPERIENCIA TE QUEDARÍA CON LOS CHICOS...!
    M.Jesús

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  2. Hermosos recuerdos tengo María Jesús y sé que ellos también, para casi todos los chicos fue el primer encuentro con el teatro.
    Un fuerte abrazo amiga!!!

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  3. HERMOSO Y ÚTIL PARA NOSOTRAS ,LAS MAESTRAS.¡FELICITACIONES!

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    1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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    2. Gracias por tus palabras!
      Las entradas para representar en actos generalmente son las más vistas, por eso valoro que personas como vos dejen su comentario, incluso quienes lo usan compartan la experiencia, eso nos enriquece a todos.
      Un abrazo!!!

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